Texto
En estos paseos y relatos, el paisaje puede definirse por el dominio de lo visible, formado por volúmenes, colores, movimientos, olores, sonidos, etc. Y como la percepción de un paisaje es siempre un proceso selectivo de aprehensión en el cual la visión de las cosas materiales está siempre deformada, nuestra tarea es la de superar el paisaje como aspecto para llegar a su significado. Se trataría de construir una modalidad perceptiva para la ciudad propia porque quien no comprende las formas ve poco.
Para convertir el territorio en un lugar de observación se requieren rupturas, miradas y preguntas que lo circunscriban como objeto de estudio, y permitan simplificar la complejidad de lo real, poner la información en contexto y transformarla en conocimiento.